Breve historia de la Astilladora y el Soporte para cortar leña

Una de las tareas que realiza el hombre desde tiempo inmemorial, es reducir los largos y gruesos troncos de madera a un tamaño asequible para alimentar el fuego, sea para cocinar o calentarse. Para ello se han empleado varias herramientas. Por una parte las que permiten mantener el tronco sujeto para ser cortado (caballetes y mordazas de todo tipo). Luego, las destinadas a cortar el tronco (hachas, sierras manuales o a motor) Y, por último, las utilizadas para astillar las piezas de madera seccionadas anteriormente (de nuevo hachas, así como cuñas y mazos).
Dejando aparte las herramientas para cortar, los útiles manuales para sujetar la madera y astillarla se mantenían casi sin variación desde la noche de los tiempos. Desde el hacha de sílex, se podría decir. Hasta que de tierras escandinavas, donde se encuentran los maestros en el uso y trabajo de la madera, surgen unos productos que introducen una radical innovación, porque convierten una actividad antes accesible sólo a expertos, hábiles y fornidos camperos, en una tarea al alcance de cualquier persona y, lo que es más sorprendente, manteniendo un funcionamiento manual.
Se trata de sendos productos diseñados en Suecia de nombre comercial Smart-Holder© (caballete) y Smart-Splitter© (astilladora). El caballete Smart-Holder se basa en un sencillo mecanismo de mordazas y un pie que juega con el centro de gravedad del tronco y que lo sostiene horizontal y firmemente, sin que se desequilibre, deslice o necesite recolocarlo para cortarlo. Admite troncos hasta de 25 cm de diámetro y 5 m de longitud. Plegado tiene unas dimensiones de 118x38x5 cm y 12 kg de peso.


Por su parte, la astilladora Smart-Splitter consiste en una cuña sujeta a una varilla sobre la que golpea un peso deslizante de unos 3 kg. El filo de la cuña impacta siempre en el mismo sitio con una fuerza que llega hasta 14 toneladas. Astilla troncos hasta de 50 cm de longitud y 50 cm de diámetro. Tiene un peso total de 10 kg.


Smart-Splitter sustituye a las herramientas que tradicionalmente se emplean para astillar la madera, como son las hachas, mazos y cuñas. Como se ha mencionado, extiende la realización de estas tareas a todo el mundo porque no requiere fuerza, ni destreza. Además es ergonómico y seguro, no entraña riesgos de lesiones musculares ni heridas, que es la principal limitación de los útiles empleados hasta ahora.
Por otra parte, el uso de la madera para calentar, lejos de ser cosa del pasado tiene cada vez más vigencia, dada la situación económica que padecemos y la creciente sensibilidad medioambiental de la sociedad. Los expertos medioambientales señalan la leña como la biomasa más efectiva para la conservación del medio natural, puesto que produce menos emisiones contaminantes que los combustibles fósiles. Y, además, es la más barata.
Partiendo de que aproximadamente 4 kg de leña equivalen energéticamente a 1 litro de gasóleo, y considerando el precio actual de ambos combustibles, el empleo de un sistema de calefacción moderno con leña permitiría a una familia de una vivienda unifamiliar, con un consumo medio de 1.200 l/año de gasóleo C, un ahorro de entre el 40 y el 50% de la factura energética.
Los nuevos equipos modernos de calderas de leña ya están sustituyendo a las chimeneas abiertas convencionales, alcanzando una eficiencia térmica de más del 70%.


Para que la leña sea vista como sustituto de otros combustibles es necesario que la pesada y costosa tarea de cortar leña se convierta en fácil, segura, barata e, incluso, divertida. Para lo cual Smart-Holder y Smart-Splitter son los útiles adecuados.

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